miércoles, febrero 25

Tengo ganas de ti.

"Recuerdo que cuando era joven, más joven que tú, tuve un novio que me gustaba muchísimo. Estaba convencida de que compartiría mi vida con él. Sin embargo, se fue con mi mejor amiga y yo estaba como enloquecida. Deberías haber visto a mis padres... Al final lo asumí, y justo después conocí a tu padre. ¿Sabes?, me hubiera gustado que la primera vez fuera con él... Quiero decir, lo que en un momento concreto nos parece perfecto, con el paso del tiempo, puede no serlo. Quizá entendamos que no era tan perfecto, y aunque lo hemos perdido, nadie dice que no podamos volver a encontrarlo, o incluso encontrar algo mejor."



Este fragmento forma parte del libro que terminé de leer hace dos días: "Tengo ganas de ti" de Federico Moccia. Como podeis deducir con la url de este blog y viendo alguna de las entradas, como fanática que soy de todo lo relacionado con Itália, me encanta este hombre, como escribre, como hace que hagas una historia tuya por completo.
Recomiendo de verdad este libro, es precioso, maduro, bonito... Aunque antes vais a tener que leeros su primera parte que lleva por nombre "A tres metros sobre el cielo", sino, no vale la pena y este segunda va a perder toda su esencia.
En Itália estos libros, y también "Perdona si te llamo amor", fueron un "boom" y Moccia vendió millones de libros. Los italianos se hicieron suyas las historias y eso lo demuestra el echo que tras salir el primer libro, aparecieron pintadas por todo el país con la inscripición: "Tu e Io, tre metri sopra il cielo" (tú y yo, tres metros sobre el cielo), imitando así, al protagonista del libro que pinta esa frase encima de un puente en la ciudad de Roma.
Con la salida de esta segunda parte, a la semana de salir el libro publicado, los italianos imitaron a los dos protagonistas de esta segunda parte que cuelgan un candado en el Puente Milvio, en Roma, y tiran la llave al río Tíber, como gesto de amor eterno. Las autoridades italianas tuvieron que quitarlos por miedo a que la columna del puente cedíera y habilitaron unas cuerdas en el puente para que la gente pusiera ahí sus candados. Esta bella costumbre se ha visto ya en otras ciudades europeas. Es una muestra más, de como la ficción puede llegar a la realidad.
En Itália hay ya, las versións cinematográficas de las dos partes y del otro libro del mismo autor "Perdona si te llamo amor" (no tiene nada que ver con los otros dos).
Esperemos que en España el fenomeno llegue a tanto porque realmente vale mucho la pena.

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